La viralidad nos rodea, todos sabemos que es «la que ha liado el pollito», conocemos el peligro de «liarla parda» y sobre todo en esta semana hemos sentido en nuestras carnes el dolor de que alguien te «haga la cobra». Pero… ¿Qué pasa cuando usamos la viralidad para vender?

No es nada descabellado, la teoría ya la considera como una técnica más de marketing online, junto con los posicionamientos SEO y SEM, la publicidad en display o el marketing de contenidos. El marketing viral es un arte, el arte de conseguir que determinadas acciones publicitarias sean transmitidas por los propios usuarios de forma particular y con un coste totalmente gratuito para la empresa (sólo habría que considerar el coste de crear la campaña). Dicho así es un chollo para la empresa, invertimos en unos creativos, llevamos a cabo un vídeo o noticia y lo lanzamos a la red… el resto es historia.

De los primeros ejemplos de marketing viral esta el famoso «amo a Laura» del presunto grupo «Los happinness» . Para aquellos que no recuerden aquella campaña de 2006 compartimos el video.

El vídeo se lanzó tal cual, sin decir quién estaba detrás de esta campaña. Se presentó como un grupo real con una canción real. De hecho al final del vídeo aparece una ficticia asociación que los respalda. Aunque todo el mundo pensaba que era demasiado surrealista para ser verdad, nos lo creímos, lo compartimos y lo comentamos. Y eso que en aquella época el uso de las Redes Sociales no estaba muy extendido, de hecho, twitter, que es la Red Social de la viralidad por excelencia con sus Trending Topics nació el mismo año que «Amo a Laura».

Cuando ya todo el mundo conocía al «Los Happiness» y «Amo a Laura» se había convertido en un hit, la MTV, canal de música con imagen gamberra se proclamó como creador de la campaña. Lo había logrado, con un coste mínimo había llegado a toda España. Ahora, a carro pasado diríamos que ni hay quien se lo trague, sobre todo porque si os fijáis la chica de azul ahora presenta supervivientes y el de amarillo es un conocido drag queen, pero si señores, en su día nos lo tragamos todos.

La viralidad necesita un trabajo concienzudo detrás, creativos, especialistas en marketing online que conocen las variables que entran juego para conseguir que un contenido se haga viral etc… De eso sabe mucho ikea, que raro es el año que no logra que su campaña se haga viral. Invierten mucho en creativos, sí, pero ahorran en inversión en la difusión de sus anuncios y ganan en imagen de marca. Este año todos queremos «salvar las cenas» pero… ¿quién no recuerda «la otra carta» que nos hizo llorar en la Navidad de 2014?

https://www.youtube.com/watch?v=5egLxg_7mg0

Aunque en la mayoría de los casos lo viral se hace, se trabaja y se consigue con esfuerzo creativo por parte de la marca, otras veces juega un papel clave la suerte y se consigue de manera fortuita. Si no que se lo digan a Michel Teló, un par de futbolistas reputados comparten su canción y consiguen que «Ai Se Eu Te Pego» se convierta en un hit y todo el planeta baile su canción.

Pero la viralidad pierde fuelle, estamos bombardeados con cientos de videos a diario, si no probad a hacer scroll en vuestro facebook ¿Cuántos videos de gatos, familias luchadoras y sustos divertidos entre otros podéis contar? Cada vez es más difícil que algo se haga viral a altos niveles, pero cuando se consigue podemos decir que hemos alcanzado el éxito